Tratamiento y precauciones

Tratamiento y precauciones

El tratamiento principal de la hemofilia grave consiste en recibir el reemplazo del factor de coagulación específico que necesita el paciente a través de un tubo que se coloca en la vena.

Esta terapia de reemplazo se puede administrar para tratar un episodio de sangrado en curso. También se puede administrar de manera regular en el hogar para ayudar a prevenir episodios de sangrado. Algunas personas reciben terapia de reemplazo continuo.

El reemplazo de factor de coagulación se puede hacer a partir de sangre donada. Productos similares, llamados factores de coagulación recombinantes, se fabrican en un laboratorio y no están hechos de sangre humana.

Otros tratamientos

Otras terapias pueden incluir las siguientes:

Desmopresina. En algunas formas de hemofilia leve, esta hormona puede estimular al cuerpo para que libere más factor de coagulación. Se puede inyectar lentamente en una vena o en forma de aerosol nasal.

Medicamentos para conservar los coágulos. Estos medicamentos ayudan a impedir que los coágulos se desintegren.

Selladores de fibrina. Estos medicamentos se pueden aplicar directamente sobre las heridas para promover la coagulación y la cicatrización. Los selladores de fibrina son útiles sobre todo en la terapia dental.

Fisioterapia. Puede aliviar los signos y los síntomas si el sangrado interno ha dañado las articulaciones. Si el sangrado interno ha causado un daño grave, es posible que necesites cirugía.

Primeros auxilios para cortes menores. En general, ejercer presión y utilizar un vendaje detendrá el sangrado. En el caso de zonas pequeñas de sangrado debajo de la piel, utiliza una compresa de hielo. Se pueden utilizar paletas heladas para disminuir un sangrado menor en la boca.

Vacunas. Si bien los productos sanguíneos se analizan, aún es posible que las personas que los utilizan contraigan enfermedades. Si tienes hemofilia, considera vacunarte contra la hepatitis A y B.